Según datos ofrecidos por la Sociedad Española del Dolor (SED), en la actualidad se realizan más de 300 millones de cirugías al año en todo el mundo. A pesar de los avances médicos que se han registrado en las últimas décadas y que han dado paso a técnicas quirúrgicas menos invasivas, el dolor postquirúrgico sigue siendo una realidad. Hace años, el dolor postoperatorio agudo y crónico se veía como algo inevitable que el paciente debía soportar. Una visión totalmente obsoleta, ya que nuestra propia experiencia nos dice que no se trata de un fenómeno obligatorio y que, al contrario de lo que se pensaba, debe ser tratado de forma prematura y rápida con el objetivo de evitar consecuencias mayores.
Por suerte para todos nosotros, hoy en día existen nuevos tratamientos contra el dolor, realmente efectivos, que permiten una pronta recuperación del paciente, incluso cuando el dolor postquirúrgico se ha vuelto crónico, es decir, cuando el dolor persiste más allá de los tres meses posteriores a la cirugía.
Como ya sabemos, no todas las personas muestran la misma predisposición a sufrir este tipo de dolor, puesto que existen factores como la edad, el estado de salud, el preoperatorio o el dolor en otras áreas o zonas del cuerpo que también repercuten en el estado final del paciente. Tal y como señalaba hace un año la SED, la mayoría de los usuarios que pasan por el quirófano sufre dolor agudo y si no se resuelve adecuadamente, se corre el riesgo de que se vuelva crónico.
Tecnología de radiofrecuencia para el dolor postquirúrgico
Opioides como la morfina eran usados históricamente para manejar el dolor postoperatorio severo y eran suministrados de manera intramuscular. Sin embargo, los efectos adversos de esta práctica hacían peligrar la salud del paciente (náuseas, vómitos, etc.), retrasando su alta hospitalaria.
El uso de fármacos menores como los analgésicos o los antiinflamatorios también ha resultado insuficiente para garantizar una recuperación funcional del paciente, ya que su consumo a largo plazo, tal y como adelantábamos en nuestro post sobre los efectos secundarios del ibuprofeno y otros antiinflamatorios, puede acarrear problemas graves para su bienestar.
Con el objetivo de buscar una alternativa más beneficiosa, especialistas de la rama de la medicina ya han probado nuevos tratamientos como ActiPatch®, aceptado recientemente por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS). Lo que significa que los facultativos del Reino Unido pueden prescribir este producto para tratar el dolor crónico, siendo el NHS quien se encargará de cubrir los costes.
¿Cómo funciona ActiPatch®?
ActiPatch® es un dispositivo portátil que regula la actividad nerviosa anormal y alivia el dolor persistente mediante campos electromagnéticos. Emite señales electromagnéticas pulsadas de alta frecuencia (1.000 veces por segundo) y baja energía a los nervios que se encuentran en la zona del cuerpo donde se localiza el dolor.
Dado su funcionamiento, no necesitar estar en contacto con la piel, por lo que se puede colocar directamente sobre la ropa. Además, no requiere de electrodos ni de aplicación de geles, con la ventaja de que se puede utilizar las 24 horas del día, todos los días de la semana.
Interesante, ¿verdad? Para más información, no dudes en consultar en tu farmacia más cercana o contactar con nosotros en http://actipatch.es/contacto/.