Senderismo, running, natación… con la llegada del verano y de las vacaciones, somos muchos los que aprovechamos estos meses para practicar más deporte al aire libre. En algunos casos, la falta de preparación es lo que ocasiona una de las lesiones más frecuentes en esta época del año: los esguinces de tobillo.
¿Sabemos cómo tratar un esguince para que no se repita? Este tipo de lesiones se dan con frecuencia cuando practicamos deporte como resultado de giros forzados. No debemos olvidar que se trata de una de las articulaciones que más peso soporta. Sin embargo, también se producen con frecuencia fuera del ámbito deportivo, sobre todo en los meses más calurosos del año.
Con la subida de las temperaturas, tendemos a sustituir nuestro calzado cerrado de invierno por uno más abierto y con menos sujeción, lo que repercute en nuestra forma de caminar y esto, a su vez, puede tener consecuencias negativas para nuestras extremidades inferiores.
¿Por qué hay que tener cuidado con el calzado de verano?
El calzado veraniego se puede dividir en 2 tipos:
1.- las típicas chanclas que dejan el talón al descubierto y que se enganchan por el dedo gordo.
2.- las sandalias que abrazan el talón y que cuentan con una tira que pasa por encima del antepié.
Las chanclas suelen ser las más utilizadas, pero hay que tener cuidado con ellas y limitar su uso a la piscina, a la playa… De hecho, los podólogos recomiendan no realizar ningún tipo de actividad con ellas y mucho menos caminar. Al no llevar el pie sujeto, podemos perder el equilibrio con mucha facilidad. Además, al pasear con chanclas, los pasos que damos son más cortos, arrastramos los pies y forzamos el tobillo, aumentando las probabilidades de padecer esguinces en la zona.
Además, según la farmacéutica del Área Técnico Profesional del COFM (Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid) Inmaculada Castillo Lozano, al forzar el estiramiento de la planta del pie, podemos sufrir fascitis plantar, una inflamación de la planta del pie que provoca dolor en la base, cerca del talón, y que resulta muy molesta al caminar.
Consejos para prevenir este tipo de lesiones en verano
¡No abusar de este tipo de calzado! Además, el calzado excesivamente plano, según señala la farmacéutica Inmaculada Castillo, puede afectar con el tiempo al aparato locomotor y generar molestias en rodillas, caderas o espalda.
En cuanto a los tacones y a los zapatos con plataforma, el consejo sigue siendo no excederse con su uso, sobre todo si el tacón es mayor de cuatro centímetros y el calzado no sujeta bien el pie.
¿Cómo tratar un esguince para que no se repita?
Fortalecer la zona que nos hemos lesionado nos ayudará a prevenir otra lesión en el futuro. Para empezar cuanto antes con los ejercicios de refuerzo, debemos asegurarnos de que el esguince está bien curado.
Además de seguir cada una de las indicaciones del médico, podemos apoyarnos en productos pensados para este tipo de dolencias como, por ejemplo, ActiPatch®. Este microdispostivo terapéutico de uso personal permite tratar de manera local la zona lesionada y acelerar su recuperación al aumentar el flujo sanguíneo y el oxígeno.
La tecnología ActiPatch® utiliza la energía de los campos electromagnéticos para actuar en el foco del dolor. Al penetrar en la zona dañada, consigue reducir la inflamación de la articulación y aliviar el dolor.
Su reducido tamaño hace que resulte muy cómodo y fácil de usar. Asimismo, pasa totalmente desapercibido. Otro punto a su favor es que no contiene fármacos, por lo que su uso no entraña ningún riesgo para nuestra salud.
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