¿Sabías que el ibuprofeno se encuentra entre los medicamentos más consumidos en nuestro país? Según datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, se consumen unas 37,89 dosis diarias por cada 1.000 habitantes de este y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como la aspirina o el naproxeno. Solemos recurrir a ellos cuando tenemos dolor e inflamación de rodilla o de cualquier otra articulación, malestar menstrual, traumatismos leves, dolor de muelas, cefaleas… porque reducen la hinchazón y alivian los dolores.
Hablamos de soluciones rápidas que tomamos en momentos puntuales, pero ¿qué ocurre cuando esos dolores persisten en el tiempo? No es la primera vez que oímos hablar de las posibles contraindicaciones que puede tener su uso prolongado. ¿Realmente estos fármacos son tan nocivos que pueden acarrear problemas de salud?
Estudios sobre los efectos secundarios
A principios de este año, la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) avisaba de nuevos efectos secundarios para el ibuprofeno: la posibilidad de producir eosinofilia y síntomas sistémicos, también conocido como el síndrome Dress*, y la acidosis metabólica en caso de intoxicación grave o sobredosis.
Sin embargo, no es el único estudio que se ha llevado a cabo en los últimos años y cuyos resultados no han hecho otra cosa que alertar, precisamente, de nuevos efectos adversos provocados por su sobreuso.
El año pasado, por ejemplo, se publicó en la edición de marzo de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), la organización de médicos más grande del mundo dedicada a combatir las enfermedades del corazón, un estudio realizado por el Hospital Universitario de Copenhague Gentofte, Dinamarca, del que se extrajo la siguiente conclusión: un abuso de los citados fármacos aumentan en un 33 por ciento el riesgo de infarto.
Para la realización del estudio se identificaron todos los pacientes que tuvieron un paro cardíaco fuera del hospital durante un período de 10 años. De las 29 mil personas que sufrieron un paro cardíaco, 3.376 fueron tratados con un AINE hasta 30 días antes del suceso, y los medicamentos más utilizados fueron el ibuprofeno y el diclofenaco.
Además de irritar el estómago y de elevar considerablemente el riesgo de trastornos que pueden desembocar en una insuficiencia renal, habría que añadir a la lista de posibles efectos adversos la posibilidad de padecer hipertensión y de que tanto el corazón como el sistema circulatorio se resientan con su ingesta.
¿A qué podemos recurrir para paliar esos dolores que se prolongan en el tiempo?
Los estudios y análisis llevados a cabo en el campo médico han servido también para detectar la eficacia de otras terapias frente a los fármacos en el tratamiento del dolor crónico. Es el caso de ActiPatch®. Este dispositivo generador de impulsos de onda corta y de baja potencia ayuda a reducir de manera significativa el dolor e inflamación de rodilla o de cualquier otra articulación, así como la necesidad de ingerir analgésicos. Además, no contiene medicación ni efectos secundarios.
Este innovador sistema se comercializa desde hace años en otros países como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido, donde se realizó el estudio que publicamos hace unas semanas y en el que se evaluaba el grado de satisfacción de los pacientes con dicha terapia. Gracias a AvanFarma, distribuidor oficial de ActiPatch® en España y Portugal, ahora lo puedes probar tú también en tu domicilio y beneficiarte de todas sus ventajas las 24 horas del día.
Si tienes preguntas acerca de su funcionamiento o sobre el tipo de dolencias para el que está pensado este dispositivo, no dudes en consultar a tu farmacéutico o en ponerte en contacto con nuestro equipo.
- Síndrome Dress. Se trata de una reacción alérgica grave que es causada por la utilización de determinados fármacos. Causa la muerte del 10% de los afectados, generalmente por insuficiencia hepática aguda.