Lejos de lo que muchos puedan pensar, la osteoartritis, una enfermedad de las articulaciones que afecta principalmente al cartílago, no es exclusiva de la vejez. De hecho, cualquiera puede padecerla, aunque los que tienen más posibilidades de sufrir esta patología son las personas con sobrepeso. Dolor en ambas rodillas (o en una sola), rigidez de las articulaciones o dificultad de movimiento son algunos de los síntomas más comunes.
El cartílago es un tejido firme y flexible que recubre los extremos de los huesos en una articulación. Con la osteoartritis, la capa superior del cartílago se desgasta, aunque también puede romperse, y los huesos que antes estaban protegidos, ahora empiezan a rozarse. Como consecuencia de esa fricción, aparece el dolor y la articulación se hincha. También se corre el riesgo de sufrir pérdida de movilidad.
De ahí, que las personas con osteoartritis tengan a menudo dolor en las rodillas, en las caderas, en la zona lumbar, en el cuello y en las pequeñas articulaciones de las manos y del pie. Por suerte, esta afección solo atañe a las articulaciones y no a los órganos internos.
Pero ¿qué relación existe entre la osteoartritis y la obesidad?
Los problemas de circulación que padecen las personas con sobrepeso reducen la cantidad de sangre que llega a los cartílagos. Además, un exceso de peso supone una sobrecarga a nivel muscular y articular, lo que repercute en un desgaste de las articulaciones y en un incremento del dolor. Por otro lado, la propia grasa corporal puede liberar sustancias que favorecen la inflamación del organismo.
Osteoartritis en las rodillas
Además de dolor, entra dentro de lo normal que las personas que padecen osteoartritis en las rodillas perciban una sensación ‘áspera’ al moverlas y movimientos tan habituales como subir o bajar unas escaleras puedan resultarles excesivamente dolorosos.
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