Para muchos el mes de septiembre significa la vuelta al deporte. Durante las vacaciones es habitual bajar el ritmo. De hecho, nos permitimos algún que otro capricho. Para mitigar esos excesos, la mayoría de nosotros vuelve a ponerse las zapatillas para salir a correr, pero ¿estás seguro de que tomamos las precauciones necesarias?
Si pasamos de cero a cien en cuestión de días, la práctica de deporte puede convertirse en algo contraproducente y dar lugar a la aparición de molestias articulares e incluso lesiones: tendinitis de rodilla posterior, fascitis plantar, periostitis tibial, etc.
No podemos ni debemos forzar nuestro cuerpo, sobre todo después de semanas de inactividad. ¿Qué podemos hacer para ponernos a punto después del verano?
Consejos para ejercitarnos de forma correcta
1.- Respetar el periodo de adaptación
Es mejor empezar de forma suave con la realización de ejercicios progresivos para que los músculos y articulaciones no sufran. Por ejemplo, si hemos vuelto a correr, lo recomendable es olvidarse de superar viejas marcas y empezar por distancias más cortas y asequibles que permitan al cuerpo ir aclimatándose. En el caso del fitness o del crossfit, es preferible que los entrenamientos sean menos intensos y de menor impacto articular.
2.- Calentar y estirar
Aunque creas que si no calientas ni estiras previamente estás ahorrando tiempo, lo cierto es que estás consiguiendo que las probabilidades de sufrir una lesión aumenten. Los calentamientos y estiramientos ayudarán a lubricar y tonificar los músculos y articulaciones.
3.- Descansar correctamente
El cuerpo se resiente durante los entrenamientos. Si queremos reparar esos daños, debemos descansar. De lo contrario, nos costará mucho más recuperarnos, provocando un deterioro de los tejidos y un debilitamiento del organismo.
¿Sabías que la falta de descanso puede provocar el temido efecto meseta que impedirá mejorar nuestro rendimiento? En el peor de los casos, puede hacer que nos lesionemos.
4.- Usar ActiPatch® en casa
Este microdispositivo terapéutico, de uso personal, reduce el dolor en articulaciones y músculos sin causar efectos secundarios. Para ello, utiliza la energía de los campos electromagnéticos, que resulta muy beneficiosa para reducir la inflamación causante del dolor. De ahí, que su uso se haya extendido entre los deportistas, tanto amateurs como profesionales cuando sienten molestias o sufren lesiones, como las que vamos a ver a continuación.
Lesiones típicas a la vuelta de las vacaciones
Tendinitis de rodilla posterior. Cuando hay dolor, este nos avisa de que algo no funciona correctamente en nuestro cuerpo. Las lesiones de los tendones suelen ser las más comunes y explicarán la aparición de esas molestias detrás de la rodilla.
El poplíteo es un músculo muy pequeño que se encarga de iniciar la flexión de la rodilla y de mantener su estabilidad. Cuando se trabaja en exceso ese músculo a través de actividades como correr o hacer sentadillas, corremos el riesgo de que se inflame o pierda elasticidad.
Fascitis plantar. Es una de las lesiones más habituales y se produce por sobrecarga. La fascia plantar cumple una función muy importante a la hora de correr, ya que absorbe la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo.
Aparece cuando pisamos sobre superficies demasiado duras o tras periodos de inactividad si hemos ganado peso o estrenamos zapatillas, por ejemplo.
Periostitis tibial. El periostio de la tibia es una membrana externa que recubre los huesos de la pierna. Se suele inflamar cuando se incrementa bruscamente la carga o cuando se cambia de lugar de entrenamiento. El dolor en la cara interna de la tibia, entre la rodilla y el tobillo, mientras corremos es uno de los síntomas.
Además de tener precaución en nuestra rutina deportiva diaria, nos servirá de mucha ayuda tener a mano uno de los dispositivos ActiPatch®. Hacer ejercicio es bueno para la salud. ¡No permitas que un dolor o una lesión te pare!